lunes, 28 de marzo de 2011

Desigualdad de genero (parte dos)

2.    Desigualdad en el trabajo y salarial

          Es importante indicar que el papel de la mujer en el trabajo fuera de casa, no ha sido siempre de la misma manera. Viendo así, como en la prehistoria, a la mujer se daba una gran importancia, pues se encargaba tanto de cuidar a su familia como de realizar actividades como los hombres (cazar, pescar etc.).
    
           
            Sin embargo, en épocas más avanzadas como en la Edad Media, las mujeres no tienen ningún poder ni derecho, siendo el hombre quien domina a estas. Esto podemos verificarlo en los distintas pinturas, donde la mujer siempre es ilustrada  de manera sumisa a los hombres. Además, de reflejarse el papel de la mujer en las tareas de la casa.

            En la Edad Moderna, empieza a tener algún poder de decisión sobre sí misma, al poder elegir con quien casarse, no obstante, la mujer es considerada como un mero objeto sexual.
           
            En la Edad contemporánea, con la entrada de la industrialización empiezan a trabajar no solo en las tareas domesticas, sino también fuera de casa, pero con salarios muy bajos y gran segregación en los puestos laborales.

            En la actualidad, se intenta luchar contra todas las desigualdades, pero el salario y la oportunidad de la mujer en el mundo laboral, siguen siendo inferior a la de los hombres.

            Rafael Merino y Gloria de la Fuente, nombra algunos factores que hace que exista una discriminación salarial como son:

1.      Características individuales: las mujeres ocupan normalmente puesto de jóvenes, lo que lleva a que el sueldo sea menor, ya que son reconocidos por la sociedad con “menor experiencias”.

Aunque el nivel educativo, valla aumentando en las mujeres incluso llegan a ser superior a la de los hombres (39% de las mujeres cuentan con un nivel universitario o técnico profesional en relación al 29% de los hombres), estás siguen sufriendo discriminación salarial.

2.       Características de la relación laboral: el contrato que se les realiza a las mujeres suelen ser temporal, por lo que el salario es menor que el de los hombres, a los cuales se le realizan normalmente un contrato indefinido.

El tipo de jornada de la mayoría de las mujeres es a tiempo parcial, impidiendo tener el mismo sueldo que los hombres que es de tiempo completo.
Del mismo modo, al llevar menos años trabajando que los hombres hace que el sueldo sea menor.

3.      Características de la empresa y sector. Las mujeres suelen ocupar puestos de trabajo, donde el salario es menor. No obstante, existen mujeres trabajando en puesto reconocido como “masculinizadas”, que cobran menos realizando la misma tarea.
Por ejemplo: en los servicios empresariales una mujer cobra 2.045,00 euros mientras que el hombre 3.277,90 euros. (Según el informe “el estado de la provincia mundial 2002: las mujeres y la desigualdad de género”).

Asimismo, son más mujeres contratadas en pequeñas empresas, de las cuales suelen recibir menor salario.
            A estos factores de desigualdad en los puestos laborales, se les une el famoso llamado “Techo de cristal”, refiriéndose a la imposibilidad de la mujer a seguir avanzando en su trabajo. Siendo esta barrera de carácter invisible y difícil de eliminar.
            También es  conocido  como “suelo pegajoso” que agrupa las fuerzas que mantienen a tantas mujeres atrapadas en la base de la pirámide económica.
            Inés Sánchez, directora de la Unidad Mujeres y Ciencia, del Ministerio de ciencia e innovación, en el video expuesto a continuación nos habla de las frontera que tiene las mujeres de acceder a cargo de responsabilidad y de toma decisiones. Además, de  la limitación de acceder algunos puestos, como la ingeniería donde solo 30% de mujeres pueden trabajar en esta profesión y los oficios experimentales, como es la física.
            Afirma, que el techo de cristal está en casi todas las profesiones, pues son más mujeres las que estudian carreras como la medicina y luego son pocas llegan a cargos más altos.
            Las políticas de actuación para cambiar esta situación, donde son las mujeres las que tienen mejor expediente, pero no se le reconoce en los puestos laborales.  Es la Ley de la ciencia y de la tecnología, que se encuentra en tramitación parlamentaria, aplicando la medida donde todos los evaluadores en  comités en el ámbito científico sean paritarios.
            Inés Sánchez en este video, comenta que a pensar de todas estas barreras, existen muchas mujeres que han llegado a tener altor cargos y responsabilidades en su trabajo. Las cuales no paran de luchar para conseguir romper este cristal.


Son diversos los recursos que se ofertan desde el Instituto Andaluz de la Mujer, para que la desigualdad en de la mujer en un puesto laborar se rompa. Estos son:


1. Unidad de empresa a mujeres UNEM: donde se pretende mejorar la empleabilidad de las mujeres, prestándoles una atención especializada para que sean insertada en un empleo. Se trabaja con mujeres inmigrantes, de etnia gitana, alguna discapacidad etc.
2. Servicio de defensa legal de la mujer: está dirigido a las mujeres que sufren discriminación de género en su trabajo. Ofreciéndoles información y asesoramiento e intervenir en todas las actuaciones del proceso judicial necesarias para la defensa de los derechos laborales de las mujeres.
3. Planes de igualdad en empresas IGUALEM, su objetivo es asesorar y acompañar a las empresas para la elaboración de un plan de igualdad. Favoreciendo la igualdad de oportunidades, ofreciendo fórmulas de organización del trabajo más productivas y corresponsables con la plantilla.
4. Servicios de apoyo a las mujeres emprendedoras y empresarias: se les informa y asesora para que las mujeres creen empresas, prestándoles incluso algún servicio. Mejorando así, sus condiciones en las que puedan desarrollar toda su potencialidad, integrarse en la sociedad y lograr las mismas posibilidades de incorporación a la vida ciudadana en pleno derecho.

3. Pobreza y feminización
Otro fenómeno que afecta a la mujer por la organización social de género en nuestro contexto es el empobrecimiento de las mujeres. Según Rafael Merino y Gloria de la Fuente, afirma que han tenido y tiene privacidad de acceso a recursos como el trabajo, herencia, préstamos, tierras o salud.
En el artículo “Las mujeres cobran en España un 20 por ciento menos que los hombres” 08.03.2011, escrito por el periódico “El Correo Gallego”, se afirma que el sueldo de la mujer en España equivale a un 78,1% del que perciben los hombres, datos facilitados por la UGT.
Esa diferencia también se da en las pensiones, según los datos recogido por la UGT el 45% de ellas cuenta con una pensión de jubilación, frente al 80 por ciento de los hombres.
Asimismo, Rafael Merino y Gloria de la Fuente, nos muestra en su libro que 1.500 personas sobreviven al día con un solo dólar donde el 75% son mujeres, viéndose así el gran problema que tenemos hoy sobre la pobreza de las mujeres.
No obstante, se crean medidas desde la Comisión Jurídica y Social de la Mujer, de las Naciones Unidas (1996) para disminuir esta situación.

VALORACIÓN PERSONAL
Después, de haberse realizado las exposiciones y la búsqueda de información, puedo concluir, diciendo que todavía queda muchos que hacer, y que una parte está en manos del Trabajador Social y del Educador Social. Debido a que el mayor problema está en el pensamiento de las persona tanto del que discrimina como el discriminado.
Son muchas mujeres las que se encuentran sumisas ante esta situación, por la gran interiorización durante la socialización sobre su rol en la sociedad. Por ello, que sea importante sensibilizarlas para que luchen con esta desigualdad.
No obstante, cada vez son más instituciones, asociaciones etc. los que trabajan para eliminar esta desigualdad, consiguiéndose grandes resultados.

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