“El síndrome del emperador” Objeto de Intervención

Definición

  Mª del Carmen Antón Boix, Abogada del Ilustre Colegio de Madrid, define que el síndrome del emperador, es el maltrato, las amenazas y la violencia verbal, física y psicológica que los padres reciben de sus hijos.

Cada vez son más los niños que sufren este síndrome, por ello que las denuncias de padres a hijos hayan aumentado en cuatro años incluso ocho veces. 

La mayoría de los autores apuestan que este suceso se debe a la ausencia de educación en los procesos de socialización primaria. En relación a ello afirma Vicente Garrido que “La herencia marca tendencia, pero lo que cambia el ser humano es totalmente la educación, sobre todo en los primeros años, en los primeros meses y días, incluso antes de nacer, es muy distinto si eres un hijo deseado o no, si eres un padre relajado o agresivo".

Causas

Una de las causas del síndrome del emperador, es el cambio que se ha producido en la familia en estas dos últimas décadas.

Rafael Merino y Gloria de la Fuente en su libro “Sociología para la intervención social y educativa” (2007), nos exponen estos cambios producido en la estructura familiar, donde afirma que está evolucionando y  que está sufriendo modificaciones. Pues desde que se aprueba la ley del divorcio en 1981, la familia tradicional basada en el matrimonio empieza a disolverse en algunos casos. Estos cambios, se intensifican más aun con la ley del 2005 aprobando del matrimonio entre persona del mismos sexo.

Así también podemos hablar de otros cambios sufridos unos años a tras son:

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• Pasar de una familia troncal (vivían tres generaciones en el mismo hogar, sobre todo en el ámbito rural, más aun cuando había que conservar el patrimonio familiar) a una nuclear (los hijos se marchan de su hogar paternos para formar un nuevo hogar)

• Creación de las familias monoparentales

• Nacimiento de las familias reconstituidas

•  Crecimientos de hogares unipersonales

• Familia como unidad de producción pasa a ser unidad de consumo

• Preferencia por tener un único hijo, ya que estos son considerados como un costo. Muchos autores afirman que estos niños se vuelven egoístas

Estos cambios acelerados provocan que existan diferentes concepciones sobre las funciones educativas de la familia y que los roles parentales cambien.

La autoridad incuestionada que caracterizó en algún momento al modelo patriarcal desapareció y ha sido reemplazada por el de una autoridad flexible y racional. 

Podría decirse por tanto, que el síndrome del emperador se da en una familia permisiva, donde la disciplina como herramienta educativa es totalmente olvidada, utilizándose principalmente el apoyo afectivo. (Rafael Merino y Gloria de la Fuente)

Esta forma de educar puede ser voluntaria o involuntaria, perdiendo la autoridad frente a sus hijos. Suele darse en familias de clases medias, donde los padres trabajan y tienen un nivel de adquisición. 

Perfil

Mª del Carmen Antón Boix, escribe que el perfil de estos niños según el artículo publicado en Zona Pediátrica, son:

• Inteligente, rápido y contestatario

• No acepta el límite de su autonomía

•  Estalla escandalosamente ante la menor frustración.

•   Padres dedicados y afectuosos, hiperatentos, le hablan como a iguales, explicando y justificando cualquier decisión que tomen y consultando democráticamente su joven voluntad.

Asimismo, según Dr. Vicente Garrido, añade otras características de los menores que sufren el síndrome del emperador:

• La mayoría son niños y jóvenes que no proceden de hogares donde hay violencia

• Alto grado de insensibilidad emocional. "No se vinculan afectivamente con los demás, tienen poca capacidad para sentir amor y no les preocupan los sentimientos ajenos, pero no son psicópatas. Están convencidos de que sus padres no tienen legitimidad, ni poder, para castigarles, y no los temen".

Conclusión: 

 

         Por todo lo anteriormente dicho comprobamos como el agente socializador que más influye en este síndrome es la Familia.

            Vemos además, que estos niños son posible objeto de intervención, pues cada vez son más niños que sufren este síndrome y más padres desesperados ante esta situación.

            Por ello, que vea necesario prevenir antes que intervenir, en las familias haciéndoles ver la importancia de la educación y las consecuencias que puede traer la ausencia de esta, la permisividad, la no jerarquización etc.

            Llevándoles a estos toda la información necesaria para que vuelvan a retomar las funciones de padres, que se han ido perdiendo en algunas generaciones. Capacitándolos para educar a niños “Mentalmente Sanos”.