En este último seminario dedicado a infancia, se ha intentado entender y ver qué finalidad tienen los Programas de Tratamiento Familia (PTF) inscrito en el marco del Sistema de Protección a la Infancia.
Estos tienen un carácter preventivo pues pretende, por una parte, evitar la adopción que lleve la separación del menor con su familia. Y por otra parte, promueve, en aquellos casos en que sea posible, la reunificación familiar de menores respecto de los que, con anterioridad, se adoptó una medida de protección.
Esto se consigue a través de realizar con la familia un tratamiento de pautas rehabilitadoras, que compensen la situación de riesgo social que pueda afectar directa o indirectamente al bienestar de los menores.
Todo ello se trabaja desde un equipo técnico interdisciplinares (psicólogo y psicóloga, trabajador y trabajadora social y educador y educadora sociofamiliar), el cual trabaja en coordinación con los Servicios Sociales Comunitarios y los Servicios de Protección de Menores de la Junta de Andalucía.
La dinámica en la que suelen funcionar estos tres servicios es la siguiente: primero los Servicios Sociales Comunitario atiende a la familia que presenta alguna situación de riesgo leve. Estos suelen ser derivados de otros servicios como los Servicios Educativos, los dispositivos Sanitarios, la Policía, Sistema judicial, etc.
Una vez tratado por estos, si la situación se agrava convirtiéndose en riesgo moderado son enviados a los PTF, para que trabajen con la familia posibilitando su integración.
Si este seguimiento e intervención no funciona y la situación de riesgo es grave, son enviados a los Servicios de Protección de Menores.
En cuanto al PTF suelen asistir de manera voluntaria, ya que es tomada como una ayuda y apoyo, no obstaste, existen muchos casos que son obligados incluso amenazados.
Algunas de las características de las familias atendidas son las siguientes:
- Presentan dificultades importantes (individuales, familiares o sociales) en diferentes etapas del ciclo vital de la familia que suponen la acumulación de factores de riesgo para la correcta atención de las necesidades de los y las menores.
- Carecen de apoyo social para hacer frente a cargas familiares excesivas.
- Son familias multiproblemáticas que además de tener prácticas parentales inadecuadas, tienen otros problemas asociados como analfabetismo, toxicomanías, trastornos emocionales, absentismo escolar, minusvalías psíquicas importantes asociadas a la crianza de los hijos e hijas, falta de control sanitario y de planificación familiar, precaria organización familiar, deficiente salud mental, conflictos de pareja y violencia familiar, marginación social, precariedad económica, falta de apoyo social, etc.
Ante estas situaciones y muchas otras, los profesionales en todo momento, van a luchar para eliminar los factores de riesgo y evitar la separación del menor con la familia.
Capacitando a la familia para que den la atención más adecuada a sus hijos e hijas, evitando cualquier conducta negligente o maltrato, garantizando su seguridad e integridad personal.
Todo ello, con el fin de lograr que la familia funcione de manera autónoma y adecuada para el trato con sus hijos. Proporcionándoles a las familias las habilidades y/o recursos técnicos necesarios para superar esta situación.
En todo momento se intenta dar a la familia toda la información que recojan sobre ellos, propiciando la confianza de estos con los profesionales. Aunque se ha de destacar que no siempre surge de esta manera ya que muchos trabajadores no están de acuerdo con este método.
La duración de este proceso es de máximo un año y medio o dos, pidiéndoles a los profesionales responsables de esta familia una toma de decisión cuando pasen estos años delimitado. Es decir, deberán de decidir si dejar de tratarlos o declarar en desamparo al menor.
Este paso no es fácil, ya que se pueden cometer muchos errores tanto si vuelve con la familia, como si se toma al menor en desamparo. Pues si se toma la primera decisión y el menor sigue en riesgo durante un largo tiempo, dificulta su rehabilitación debido a su avanzada edad.
Así también, si se declara al menor en desamparo cuando en realidad tenía posibilidad de reunificación de la familia, hace que tanto estos como los menores sufran.
Pilar Castillo Escobar en su artículo “Me han quitado a mis hijos menores” (23-03-2011), expresa que los servicios sociales han cometido un gran error al retirarles sus cuatros hijos y dándolos en adopción. Justificándolo en que estos solo se han basado en su capacidad económica y estabilidad laboral.
Ahora ella denuncia y tiene su primer juicio, porque piensa que protección de menores ha hecho que sus hijas no tengan una buena estabilidad emocional por la separación de su madre, pretendiendo retomar la custodia de sus hijos.
Con esta noticia, vemos lo antes comentado, donde muchas veces se puede cometer errores, no obstante, esta declaración de Pilar Castillo puede se errónea. Debido a que trasmite la situación desde su propia percepción, pudiendo así eliminar otros aspectos que ha llevado a separarles de sus hijos.
Por todo ello, vemos la gran dificultad de los profesionales a la hora de tomar las decisiones más correctas que beneficien al menor.
Como conclusión y desde mi punto de vista, este seminario me ha sido de gran utilidad, pues la educadora que exponía lo ha hecho de manera clara y concisa. Viéndose el funcionamiento real de los Programas de Tratamiento Familiar, sus dificultades y beneficios de este tratamiento.